“La estimulación y un entrenamiento adecuado resulta esencial para el buen funcionamiento, social, académico y personal de los niños, permitiéndoles alcanzar sus metas, a través de la planificación, anticipación y reajuste constante”.
Pensemos en cualquier actividad que hayamos hecho, estemos haciendo o tengamos que hacer. Por ejemplo, leer artículo, asistir a una reunión o ir al súper después de trabajar. Parecen cosas sencillas de hacer, pero cada una de estas acciones supone una serie de procesos cognitivos de elevado nivel que permiten llevarlas cabo. Estos procesos reciben el nombre de funciones ejecutivas, ygracias a ellas, somos capaces de actuar con un propósito determinado.
En su definición más simple, las funciones ejecutivas son un conjunto de herramientas o habilidades cognitivas que permiten el funcionamiento eficaz y efectivo de las personas.
Según Oscar Castillero Mimenza, psicólogo graduado en la Universidad de Barcelona y redactor especializado en psicología clínica, algunas de las principales y más importantes funciones ejecutivas son las siguientes:
1. Razonamiento
Ser capaz de emplear las distintas informaciones y ver las posibles conexiones entre ellas, así como elaborar posibles explicaciones.
2. Planificación
Esta función ejecutiva es la que nos permite elaborar planes de actuación. Permite generar una serie de pasos que nos llevarán a una meta concreta.
3. Fijación de metas
Vinculada a la motivación, se trata de la habilidad que nos permite que decidir cómo invertir nuestras energías y hacia dónde dirigir nuestras conductas.
4. Toma de decisiones
Se trata de la habilidad que nos permite determinar qué opción escogerentre las múltiples que se nos pueden presentar.
5. Inicio y finalización de tareas
Aunque puede parecer extraño, iniciar las tareas en un momento concreto supone una actividad cognitiva importante. Lo mismo ocurre con la capacidad de determinar cuándo debe finalizarse una acción.
6. Organización
Se trata de la capacidad de aunar y estructurar la información de manera eficiente y útil.
7. Inhibición
Se trata de la habilidad que nos permite regular nuestras actuaciones mediante la detención de la conducta. Hace que seamos capaces de resistir impulsos concretos, cesar una acción e impedir que informaciones inocuas interfieran en nuestra conducta.
8. Monitorización
Se refiere a la habilidad de mantener la atención sobre la tarea y regular qué y cómo estamos haciendolo que estamos haciendo.
9. Memoria de trabajo verbal y no verbal
Se trata de la capacidad para almacenar la información de manera que el sujeto pueda operar con ella más adelante. Tanto a nivel verbal como no verbal.
10. Anticipación
Esta capacidad permite prever de antemano los resultados de una acción y/o sus consecuencias.
11. Flexibilidad
La capacidad de ser flexible es la que nos permite cambiar nuestro modo de actuar o pensar ante posibles cambiosambientales o modificar acciones en marcha.
“The Marshmallow Test”, un estudio muy revelador
Hay muchas y muy importantes investigaciones en el área de las funciones ejecutivas, pero quizás una de las más conocidas es la del Dr. Walter Mischel, psicólogo austriaco que se radicó en Estados Unidos, y quien fuese profesor de las Universidades de Stanford y Columbia.
Mischel dedicó gran parte de su vida al estudio de la personalidad y para ello, realizó un experimento muy sencillo “The Marshmallow Test”, que consistía en ofrecer a niños de 4 a 5 años un malvavisco, el cual ponía en frente de ellos; luego les explicaba que, si esperaban varios minutos sin comérselo, entonces les daría como recompensa un segundo malvavisco que podrían comer junto con el primero.
Confieso que había visto algunos interesantes y divertidos vídeos sobre este experimento, pero lo que no sabía, hasta hace muy poco, es que este estudio ha continuado por más de cinco décadas, a través de investigaciones lideradas por la Universidad de Harvard, quien se ha encargado de hacer seguimiento a un grupo de 110 de estos niños.
Dentro de los hallazgos más curiosos destaca que los niños que resistieron tener un tentador malvavisco frente a ellos y esperar una mayor recompensa en el futuro (dos malvaviscos), se convirtieron en adultos que, entre otras cosas, tenían más probabilidades de terminar la universidad, tener mayores ingresos y eran menos propensos a tener sobrepeso.
Adicionalmente, el Dr. Mischel y su grupo de investigadores concluyó que, los niños que tenían lo que denominaron “gratificación pospuesta”,usaron un conjunto de estrategias de autocontrol que les ayudó a superar el impulso de comer el malvavisco y esperar para conseguir el segundo.
Lo realmente importante y que me motivó a publicar este artículo, es que dichas estrategias pueden ser enseñadas y, por lo tanto, aprendidas desde los primeros años de vida, propiciando el desarrollo de habilidades relacionadas con las funciones ejecutivas.
Por dónde comenzar
Los padres y adultos en general podemos contribuir en la construcción de las habilidades relacionadas con las funciones ejecutivas en los niños y adolescentes.
Para el desarrollo de las funciones ejecutivas se necesitan llevar planes de acción paralelos que tienen que ver con el entrenamiento en estrategias de aprendizaje, plan de metas, desarrollo del lenguaje interior y la memoria de trabajo.
- Entrena al niño en estrategias de aprendizaje: practica la lectura comprensiva, entrénale en el reconocimiento de las ideas principales y secundarias, muéstrale la utilidad del uso de los mapas conceptuales y resúmenes, etc. Deja que haga estas cosas por sí mismo, puedes ponerle las pautas y guiarle en el proceso, pero es fundamental que desarrolle sus funciones ejecutivas.
- Ayúdale a conocer cuál es su estilo de aprendizaje y de este modo pueda emplear su vía óptima para ello.
- Ayúdale a reconocer y seleccionar sus metas.
- Procura que elabore un plan para conseguir sus metas: donde marque a dónde quiere llegar, analice el progreso y pueda modificar estrategias a media que avanza.
- Entrena su capacidad de resolver problemas y conflictos.
- Enséñale a detenerse de vez en cuando, reflexionar y verbalizar lo que está haciendo.
- Practica su capacidad de hacer asociaciones lógicas, para ello pueden ser útiles los pasatiempos, juegos de lógica, etc.
- Desarrolla su pensamiento abstracto, ayúdale con ejemplos para que pueda pasar de lo concreto a lo abstracto, incítale para que formule hipótesis y suposiciones.
- Estimúlale en estrategias de memoria, a base de establecer analogías.
- Reconoce y refuerza sus logros.
Por último, la mejor forma es el auto modelaje, ya que difícilmente los niños incorporaran algo que no ven en los adultos que los rodean. Por ejemplo, si como padres o educadores no ejercemos el autocontrol y la autorregulación, las posibilidades de que los niños a nuestro alrededor las incorporen son bajas. De igual manera pasaría con el mantener las promesas y los compromisos.
¿Estás dispuesto a comenzar por ti?